Lo de Hansen. Este legendario lugar se llamó, sucesivamente, 3 de Febrero y Palermo. Estaba situado en una entrada que hacía la Avenida de las Palmeras (hoy Sarmiento), muy cerca de la actual Figueroa Alcorta.
La
gran polémica es si en Hansen se bailó o no. Diversos
investigadores coinciden que quizás se bailó en los reservados,
pero no en el patio cubierto de glicinas y madreselvas donde gente de
buena posición, acostumbraba a concurrir para cenar y escuchar
música. De todas maneras, la duda sigue latente y es de
suponer que, por épocas, en Hansen se bailó.
El establecimiento cerró sus puertas definitivamente en 1912, año en que la Belle Epoque tocaba a su fin también en Buenos Aires.
El establecimiento cerró sus puertas definitivamente en 1912, año en que la Belle Epoque tocaba a su fin también en Buenos Aires.
En
la misma zona de Hansen estaba El
Velódromo, El
Tambito y el
Pabellón de los Lagos,
todos lugares frecuentados por hombres guapos y patotas bravas que le
dieron gran popularidad. El
Tambito era
famoso por las tremendas broncas que se armaban. Por su parte, El
Pabellón de los Lagos,
era el único lugar nocturno de expansión general.
El
tango en los salones y teatros.
Cuando el tango ingresa en los salones y accede a los teatros, puede
considerarse que ya ha alcanzado su aprobación. Es ya baile
público aceptado aunque con una reserva: están prohibidos los
cortes y quebradas en determinados ambientes. El salto ha sido
grande. Ha pasado por lugares casi míseros hasta llegar a locales
suntuosos. Salones como
Rodriguez Peña, La Casa Suiza,
Unione
Benevolenza, el
Salón
Peracca y aún
la famosa milonga del Tano
43 que
funcionaron en todo su esplendor.
De
los bailes en los teatros de la época, merecen una mención especial
los realizados en el
Politeama
donde, el 21 de septiembre de 1914 se realizó el primer baile del
internado organizado por un grupo de estudiantes de medicina.
Para este baile, Francisco Canaro compuso el tema
"El Matasanos" estrenado justamente en esa ocasión.
"El Matasanos" estrenado justamente en esa ocasión.
Los
salones fueron, con todo, centros de concentración que colaboraron
eficazmente en la difusión de la práctica del tango bailado
facilitándole, al mismo tiempo, un marco apropiado para el estreno
de composiciones memorables.
LA
GUARDIA VIEJA
Si
ya hemos identificado una etapa precursora, podemos decir que a
partir de 1900 y hasta 1920, la evolución del tango ingresa en otro
período que se conoce como "GUARDIA
VIEJA"
quizá, la más auténtica. Años después, al llegar aires
renovadores, se habla de la "GUARDIA
NUEVA".
Según Rubén Pesce, ese gran estudioso del tango, en la etapa
precursora los tangos surgían de solistas que improvisaban y eran
sus propios creadores los que se ocupaban de difundirlos. Estas
composiciones no se pasaban al pentagrama ya que sus autores no
conocían la técnica musical y por lo general, tocaban "de
oído". Pero con el inicio del siglo, los editores de
música advierten los requerimientos del público y también de
ejecutantes y vislumbran la posibilidad de acrecentar su negocio con
algo que comenzaba a ponerse de moda.
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