Distintos motivos nos llevan a aprender a bailar Tango, curiosidad, un amigo/a, una publicidad, una filmación, un show, etc., entonces nos viene la idea de aprender a bailarlo, pero ¿qué es el tango? El tango es un baile popular y esto quiere decir que todos pueden bailarlo, sus movimientos son completamente sencillos y naturales basados en el simple caminar que ejecutamos diariamente, además sostiene una lógica que permite comprender sus códigos, que son el resultado de una larga experiencia transmitida de generación en generación. ¿Pero es un baile... y nada más?
Iniciados y Principiantes "El primer paso"
Ahora bien ¿Qué nos impide dar el primer paso? ¿Qué pasa en nuestro interior?
Analicemos juntos los prejuicios, inhibiciones y barreras mentales que surgen ante lo nuevo, lo desconocido. Los prejuicios son una serie de especulaciones de poco valor referentes al baile o al Tango y que generalmente son creados por los que no participan, es decir personas no experimentadas. Dentro de las inhibiciones encontramos las más ocultas, que son las propias, y que se manifiestan con excusas: no puedo, es difícil, no es para mí, me gustaría pero; dicho claramente: no me siento capacitado. Lejos de ser negativa esta sensación de no saber, la misma es indispensable para aprender. La barrera más importante de romper es el contacto con la otra persona. Necesitamos entonces una buena predisposición para compartir la nueva propuesta de hacer algo juntos. Las preguntas más frecuentes son: ¿Para qué bailar? ¿Cuál es el beneficio? ¿Puedo yo bailar? ¿Cuánto tiempo tardaré?... La única respuesta a todas estas preguntas es la acción.
El primer descubrimiento al bailar Tango es : ¡que SI podemos hacerlo! Entonces, en la medida en que avanzamos, experimentamos una serie de sutiles cambios y nuevas sensaciones, que tienen que ver con expresiones emocionales internas. Se manifiestan como ansiedades y descontroles que, con un poco de trabajo y paciencia, podremos regular y lograremos nuestro objetivo, con gran placer, dar "el primer paso".
Primera crisis, la desorientación: es un período corto de renovación y preparación para la siguiente etapa, el alumno se desorienta, no sabe si se metió en un embrollo, esta saliendo o las dos cosas, es como dejar el primer novio/a: uno se siente desconcertado. No sabe si sabe o no sabe. Se manifiesta con dudas y todo esto es normal, teniendo en cuenta que está aprendiendo una nueva forma de comunicación. Lo mejor en este punto es no desesperar, saber que esta pasando por una crisis común a todos y confiar en sus maestros
Intermedios y Medios "Un mundo de sensaciones"
Esta es una etapa muy emocionante y divertida. Empezamos a pensar de otra manera: -Ahora estoy mas claro, las figuras son moneda corriente y ya no me asustan, me siento cómodo, puedo ver que muchas cosas se repiten, puedo crear y combinar mis propias figuras, era solo cuestión de animarse y listo, ya estoy bailando. Y quiero más, voy por más, mis amigos no me entienden dicen que soy fanático, pero ellos no saben nada, solo son celos. Cambié mi look, mi peinado, mi comportamiento. Me siento más bello/a, más sensual, más audaz, cuando veo un principiante le trasmito mi experiencia con soltura y humildad (la humildad de los grandes, claro), hasta tengo criterio para juzgar lo bien y lo mal que bailan otros (oportunamente, claro y sólo si me preguntan). El único problema es que a veces mi pareja no me interpreta correctamente, pero con un poco de práctica puedo ver que me espera un gran futuro en el baile. Comenzamos a soñar y fantasear, hacemos ochos mientras esperamos el bus, nos agarramos de las sillas para hacer boleas, escuchamos tango todo el tiempo, compramos zapatos, ropa, libros, CDS, viajamos a Buenos Aires, comemos carne, tomamos mate, hablamos lunfardo, filmamos todo, escribimos apuntes, hacemos dibujos, nos acostamos tarde, bailamos con todos y nos vinculamos con nuestros nuevos amigos "Los tangueros".
Segunda crisis "La Armonía": Una vez terminado este hermoso periodo que puede durar uno o muchos años. De pronto nos sentimos un poco incómodos, parece que nos falta algo. Comenzamos a pensar que por avanzar demasiado rápido no vimos algunos detalles, como el equilibrio, la armonía, el caminar, la postura, la técnica, la música, las pausas, el abrazo, perfeccionar la marca. Parece que fuimos hacia atrás, ¿cómo, antes no me caía? Y es que SI lo hacia, me caía, sólo que no me daba cuenta y la práctica me hace descubrirlo, entonces empezamos otra vez. Pero ahora tengo un mundo de detalles por descubrir.
Adelantados y Avanzados "Detalles"
Esta etapa es muy interesante, los alumnos buscan los secretos (yeites) pequeños detalles que les permitan sentirse cómodos, están buscando la armonía y el placer de bailar. No quieren hacer figuras complicadas, ya no disfrutan mostrarse, y no se aburren repitiendo cosas simples porque están ocupados en los detalles, en la aplicación de conceptos e ideas, que en algunos casos son concretos, como las técnicas, y en otros más abstractos, como la energía. Comienzan a observar más detenidamente a sus maestros y hacer preguntas más sutiles. Todo esto es muy positivo si tenemos en cuenta los buenos resultados de un trabajo minucioso y concentrado, ¡pero cuidado: no hay que exagerar! No seamos perfeccionistas. No es importante la marca del zapato sino que sea cómodo. Corremos el riesgo de caer en la complicación y de girar en círculos viciosos obsesionados por los detalles: que la cabeza, la mano, el pie, el hombro, el codo, la rodilla, la pelvis, el empeine, el dedo pequeño y los cordones del zapato; que la disociación, el peso, la distancia, el equilibrio, la tensión, la relajación y la mirada sin pestañear; que la orquesta, el piso, la luz, el sonido, el perfume, el calor, el cansancio, el humor, la inspiración, y las ganas de tomar algo,... ¡STOP! En realidad estamos trabajando la sensibilidad, y la comunicación con la pareja, está mejorando mi atención, y puedo percibir simultáneamente lo que esta sucediendo sin pensar; empiezo a experimentar sensaciones extrañas, como que de pronto música-figura-pareja-espacio coinciden mágicamente, son momentos que no puedo atrapar ni repetir, pero atención: no se trata de interferir sino de observar y sentir ¡SENTIR! ¿Pero qué debo sentir?
Tercera crisis "Los Límites":
Después de la etapa de perfeccionismo donde se agudizan nuestros sentidos, aparecen nuestras limitaciones, que no son fáciles de reconocer pero están presentes y pueden ser, de información, de pareja, de maestros, de memoria, de costumbres, etc. Siempre tendremos alguna limitación y también la solución para estos problemas, que son temporales y ocasionales, sólo es cuestión de buscar la manera de resolverlos y seguir adelante ¿Pero cómo? ¿Tal vez hay algo que no tiene límites?
La transición "hay que definirse "
Esta es una etapa profunda en la que la personalidad tiene una enorme influencia, es una búsqueda de uno mismo, del propio estilo, que se expresa en forma de gustos adecuados a mis propias tendencias y posibilidades, seleccionamos e investigamos las formas de bailar y la música adecuada. Nos definimos a hacer tangos modernos, tradicionales o antiguos, melódicos o rítmicos, estilos de salón, milonguero, canyengue, contemporáneo, etc. Buscamos arquetipos con los que me identifico, acudimos a figuras complicadas que nos caractericen, modificamos la postura y revisamos todas las connotaciones del estilo. Empezamos a bailar como somos, de acuerdo a nuestros gustos y tendencias, en definitiva nos estamos expresando, y esto es maravilloso. Queremos mostrar y mostrarnos, probar y probarnos. En esta parte del camino tenemos muchas alternativas y es aconsejable no cerrarse en una sola opción, sino experimentar hasta encontrar la propia, no hacer sectarismos ni grupos aislados, respetando a los demás que están haciendo lo mismo. Debemos tener cuidado con la idealización, pues podemos cometer el error de mimetizarnos y pasar a la historia como fotocopias de tangueros conocidos. Estamos buscándonos, y nos reconocemos en la forma de expresamos, sólo tenemos que dejarnos llevar sin apuros ni ambiciones. Es la última etapa de nuestra juventud en el aprendizaje, tenemos que vivirla alegremente y madurar esperando perder la seguridad de las costumbres, la inseguridad que controla, y abrir camino a una nueva forma de bailar, La propia, La mía.
Los Maestros "el Tango es un sentimiento"
Difícilmente podamos resolver esta frase, hay que tener mucha personalidad para hacerlo, hay que jugarse todo, es un desafío donde nadie puede ayudarte, solo los maestros pueden hacerlo, esos que están de vuelta, los que crean y recrean el tango. Los que pasaron por todos estos procesos sin quedarse en ninguno y pueden reconocer en los alumnos sus propias experiencias pasadas. Los que siguen aprendiendo de ellos mismos, los que hablan poco y sienten mucho, los que, al ver un principiante, vuelven a sentir el entusiasmo que tuvieron la primera vez. Ya no existen las figuras ni estilos ni nada, todo es una sola cosa, música, cuerpo, mente, pareja, espacio, todo es un sentimiento, es tango, es un/a maestro/a y nadie le dio él titulo, ni él/ella se lo puso, eso simplemente, se puede ver... con los ojos del corazón.
Historia de tango
Era una noche cualquiera, salí a bailar como de costumbre, nada especial, pero cuando entré a la milonga algo paso, la música estaba clara, y la gente desconocida, tome a mi pareja para bailar, justo en el momento en que escucho mi tango preferido, una emoción corrió por mi espalda, los bailarines se abrían dándome paso, sentí mi corazón que latía fuerte y junto a él otro latía al mismo ritmo, mi cuerpo no dejaba de reaccionar ante el mínimo vibrar de los sonidos. Cuando terminó el tango, me sentí agitado y me senté; alguien me preguntó de qué me reía y sin pensar le contesté... como te explico... a ver... ya no existen las figuras ni estilos ni nada, todo es una sola cosa, música, cuerpo, mente, pareja, espacio, todo es un sentimiento, es tango, amigo, ¡Es Tango!
- ¿Y cómo sabe usted eso?
- Es simple, se puede ver, pero con los ojos del corazón.