p. José Antonio Navarro
Hemos
señalado a 1880 como frontera virtual entre la Argentina arcaica y
la Argentina moderna. Todo cambia a partir de entonces: la
arquitectura de la ciudad, el lenguaje, las costumbres, el aspecto de
las calles, los carruajes, la vestimenta y las diversiones. Los
porteños comienzan a dar paseos por Palermo y la Compañía de
Tranways Anglo Argentina inicia sus servicios.
El
Intendente Torcuato de Alvear impulsa un cambio importante en la
fisonomía de Buenos Aires que tiene, en ese entonces, más de 33.000
casas entre las que se cuentan unos 2800 conventillos en los que se
alojan miles de familias inmigrantes.
Paralelamente,
en la ribera del Riachuelo, en los boliches, en los conventillos del
barrio sur, en los prostíbulos, en las academias de baile, en las
"carpas" y romerías de los fines de semana, comienza a
gestarse el tango poderosamente motivado por ese núcleo
criollo-inmigratorio integrado por milicos licenciados, trabajadores
de los mataderos, cuarteadores, carreros, artesanos, marineros y
peones de las barracas. Todo un mundillo en transición, en su
mayoría de hombres solos, que se vuelca en los boliches, los
prostíbulos y las casas de baile, en busca de distracción y
esparcimiento.
Al
mismo tiempo, mezclándose con esa gleba, se entrevera la gente de la
vida compuesta por rufianes, hombres de acción y "guapos"
que tienen su parada en los comités cercanos. Todos, tratando de
disfrutar de los "goces de la vida" envueltos en un
repertorio aún no bien definido de mazurcas, habaneras, polcas,
valses y milongas, en el que no faltan los rudimentos del futuro
tango criollo.
Pero
si bien todo parece indicar que los primeros tangos aparecieron hacia
1880, en realidad aquellas melodías no eran todavía el tango tal
como lo conocemos en nuestros días. No es el mismo tanguito que se
tocaba en las "academias", que el de los precursores que
llegaron a imprimirlo (Villoldo, Mendizábal, etc.). Tampoco es el
mismo tango cantado por Gobbi o Mathon o el que después de 1917
comenzó a entonar la garganta privilegiada de Carlos Gardel. Los
sucesivos cambios han sido muchísimos hasta llegar a Piazzolla.
En
1880 convivían dos tipos de tango. Uno de ellos proveniente del
tango andaluz (que le da nombre) y el otro, de la milonga. También
había un tango con influencia habaneril y por último, una especie
de origen africano "el tango de los negros", que nada tiene
que ver con nuestro tango. Pero de esa suerte de bruma primigenia en
que permanecen envueltos los orígenes musicales del tango prevalece,
entre otras teorías, la de que la milonga, con sus sucesivos cambios
de ritmo (6 X 8 al 3 X 4 y luego 6 X 8 al 2 X 4) es la que le dió
base.
Así
como ha sucedido con la mayoría de las expresiones populares,
el tango no nació con valores y atributos absolutamente propios.
Lleva en su interior aguas de muy diversas vertientes. No obstante y
a fuerza de pertenecer a un mundo de límites y estilos bien
definidos, un amplio sector popular se sintió, en aquellos tiempos,
profundamente identificado con esa nueva música considerándola como
una expresión neta de su manera de sentir la vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario